sábado, 6 de agosto de 2011

Hola mi amor, hola Wandi.

El otro día me preguntaron si tenía perro, dije NO, fue raro, nunca había dicho eso, y no explique porque no tenía ganas, mire para otro lado y se me llenaron los ojos de lágrimas pero evite llorar, al poco tiempo ya me puse bien. Ayer soñé que mama me decía que le vaya a darte la comida, pero se confundía cuando dijo Wanda y en realidad era para los gatitos. Sigo sin superar a veces que te fuiste, ¿Por qué? Eras la mejor de todas, eras tierna, tenías los ojitos más lindos, y me acuerdo cuando ladrabas y te callaba, me acuerdo como si fue la semana pasada. Y pensar que van a ser dos años, y pensar que ya no hay nadie en el patio, que nadie me saca el miedo a la noche que entre un ladrón por el techo y yo estar segura de que vos nos vas a cuidar y ibas a ladrar fuerte. Ay mi amor, lo que siempre te digo, espero que arriba la estés pasando lindo, espero que ya no te duela la patita, espero que hayas tenido hijitos y que sea tía. Espero que te cuiden, que comas, que corras, que hagas pipi en cualquier lado como siempre. Espero que te acuerdes de mí también y que sepas que acá abajo te recuerdo. Que fuiste única y lo seguís siendo, que el patio todavía te sigue esperando, que la parte del solcito a la tarde sigue estado toda para vos sola, que te agradezco que hayas rayado las sillas del comedor y que este tu huellita ahí que me haga recordarte. El pasillo no es el mismo sin vos ahí molestando, durmiendo como morsa todo el día, te lo aseguro que no lo es. Ya no escucho los ruidos de los gatos que vienen de cualquier lado corriendo para que vos no los agarres, ni escucho a mama gritar cuando baldea el patio porque moletas, ni está tu peine en la ventana de la cocina del lado de afuera. Nos vemos un día, cuando menos lo esperemos bebito, espérame siempre.

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