lunes, 30 de mayo de 2011


- ¿Qué me dices si te digo que no creo en el amor?
- Te digo que eres tonta, porque el amor existe.
- ¿Por qué estás tan seguro? ¿Lo has visto alguna vez?
- Claro que sí. Lo leo en tus ojos cuando le miras a la cara, lo noto en tus brazos cuando estás cerca de él. Lo veo en tu sonrisa cuando te dice que se alegra de verte, lo siento en tu forma de andar cuando caminas para verlo. Y cuando él te mira, veo como tratas de ocultarlo para que no se dé cuenta de que lo quieres, noto como intentas no moverte para evitar abrazarlo, leo en tu sonrisa la mentira y siento como aprietas los labios para que no se te escape un “te quiero”. Sin embargo, te ocultas detrás del “no creo” porque piensas que es valiente resistirse a la verdad. Pero ¿sabes? eso es cobarde, es cobarde esconderse detrás de dos palabras. Lo valiente es decir “te quiero” y tener valor para escuchar un “yo no”.

   


        Si estoy con vos no necesito nada.

No uses a tu favor mi debilidad. Porque sabes que si me sonreís, caigo de nuevo en la incertidumbre de perder cada uno de los motivos por los que me alejé de vos. No manipules todo el material que te di sobre mí, en todo este tiempo de idas y vueltas. Quédate ahí, como siempre. Quédate ahí, sin usar siquiera las palabras, los gestos induciendo a la confusión. Quédate ahí, con tus miedos inmaduros, con tu certeza de saberte ajeno a los peligros que podría acarrearte el enamoramiento.
                     Debería dejarte, irme lejos no volver. Pero es inútil negarlo, tu me estás atrapando otra vez…

Yo abrí de par en par las puertas de mi alma y dejé que saliera mi secreto peor,
disimulando lo triste y conservando la calma le dije
"aunque no creas, estoy buscando amor".